27 de febrero de 2009

Post sin título (olvidé ponerselo)

Aquí estamos de vuelta, 70km más allá de Melipeuco, en el pueblo de Curacautín, del otro lado del volcán Llaima.
Pasamos un día de descanso en Melipeuco, y aunque no pudimos charlar mucho con nuestros amigos, pues andaban muy liados, nos sentimos bien en su camping y nos regalaron tortas fritas y hasta pastel de moras!!
Salimos a la mañana siguiente, medio tarde porque nos levantamos envueltos en una densa niebla y quisimos esperar a que se disipara, no fuera a ser que nos perdiéramos los etalles del paisaje. Casi al mediodía nos pusimos en camino, de vuelta al ripio, la arena, el condenado serrucho... y con un calor de mil demonios.
Llegamos pronto a la casilla del Parque Nacional Conguillio, donde abonamos religiosamente el precio de la entrada: $4000 por persona, precio de "extrangero". Pasado este desagradable trángulo, hay que decir que disfrutamos mucho del paseo por el parque.
En la entrada misma empezaba un circuito por el cual recorrimos un pedacito del río Truful Truful, que corria al lado de paredones multicolor de roca volcánica después de un hermoso salto.

Río Truful Truful

Anduvimos por el "Valle de la Luna" donde se amontona la escoria fruto de una erupción del Llaima en 1927.



Volcán Llaima y escorial / Lago Conguillio

Por el camino pasamos al lado de lagos y lagunas y atravesamos bosques nativos (y pudimos recoger casi un quilo de piñones!!!), muy lindo y con subidas subibles! Salíamos ya del paruqe, pensando que nos habíamos librado de hacer escalada, cuando la ruta empezó a inclinarse, inclinarse y ya estábamos de nuevo empujando las biciletas. Si, tuvimos una buena subida, pero almenos después vino la bajada, y aunque eran de esas que no me gustan, con mucho ripio y arena, pudimos llegar ya plácidamente a Curacautín.


Lago Arco Iris
Bosque y volcán Llaima

Vamos a pasar hoy el día aquí, hay que arreglar algunas cosillas de las bicis, y a ver si mañana seguimos ruta. Nos habíamos planteado tomar otro camino de tierra que todavía segue cerca de la cordillera, pero andando por el paruqe nos dimos cuenta de que ya se nos sale el ripio por la orejas, así que vamos a lanzarnos al pavimento en dirección a la costa, pues nos han dicho que la ruta es bonita... y quizás lleguemos a tiempo para bañarnos en la playa... esta vez en la del Pacífico!!!

¡Piñones!

25 de febrero de 2009

Meilipeuco otra vez

Acá estamos de nuevo a los pies del volcan Llaima, esta vez sin nieve, con dias de bastante calor.

Saliendo de Villarrica encontramos un muy pesado camino de ripio que subia y subia, pendientes muy fuertes, piedras sueltas y mucho calor complicaban la cosa, yo andaba medio descompuesto del estomago para colmo, los paisajes muy bonitos, sobre todo desde un mirador que se apreciaban el volcan y el lago Villarrica y otro lago, a lo lejos se veian las montañas de la cordillera de la costa, luego vino una buena bajada hasta las margenes del lago Colico, a partir de ahi comenzamos una larga y complicada busqueda de un lugar para acampar, no habia ni una bajada al lago, todo cercado, ni un rio, nada, asi por muchos kilometros tuvimos que seguir ruta hasta 20 kms antes de Melipeuco donde ya al atardecer encontramos un pedacito de tierra donde justo entraba la carpa abajo de un puente, asi que ahi pasamos la noche rodeados de murcielagos ya que estabamos en su casa.

Lago Villarrica

Al dia siguiente ya llegamos a Melipeuco bastante rapido y fuimos directo al camping donde habiamos estado la vez anterior, hemos descansado un poco, arreglado un par de cosas de las bicis y vamos a ver si mañana seguimops viaje ya rumbo al parque nacional Conguillo que nos quedaba pendiente de nuestra primera pasada por esta region, de ahi en mas no estamos muy seguros que es lo que vamos a hacer por que ya no hay muchos caminos troncales que vayan a lo largo de la cordillera de aqui al norte, nos quedara ir por los valles centrales o por la costa del Pacifico, esta ultima puede ser que gane, seguramente iremos haciendo un poco de zig zag, a ver que hacemos.

Melipeuco
Lagartija

21 de febrero de 2009

Recorriendo rutas secundarias

Hace hoy 10 días que dejamos El Maitén, más de 400km que nos han llevado con cambios bruscos desde la estepa hasta las selvas de la Araucanía.
Este largo tramo se nos ha hecho más duro de lo que de entrada pensábamos, supongo que este es uno de los encantos (o desencantos) de tomar rutas secundárias, que nunca sabes bien lo que te vas a encontrar en el camino.




Nuves en El Maitén



Salimos de El Maitén por la antigua ruta 40, que atraviesa el desolado paisaje de la estepa pre-cordillerana. El camino estaba en malísimo estado y además tuvimos mucho más viento del que esperábamos, así que avanzamos despacio hasta caer inesperadamente ante el majestuoso lago Nahuel Huapi. A pesar de que ya lo rodeamos en nuestro camino hacia el sur, mis ojos lo han visto muy distinto ahora, llevando centenares de quilómetros de estepa y nada en la espalda.


Antigua ruta 40 / Formaciones de roca volcánica / Llegando al Nahuel Huapi

Rozamos, pues, Bariloche pero como ya habíamos decidido, nisiquiera entramos, y encaramos ya el camino hacia San Martín de los Andes. A lo largo de 40 km de firme y suave pavimento fuimos siguiendo el río Limay, hasta que el calor y el goce de ver correr el agua a nuestro lado nos obligaron a aparcar las bicicletas y pegarnos una buena zambullida... ¡¡¡ Un gustazo!!! Y así, un poco más frescos, dejamos el río atrás y nos metimos de nuevo en un camino de tierra que después de superar el empinado Paso del Córdoba (al fin y al cabo estábamos ya cerca de Chile, y las pendientes empezaban evidenciarlo) terminaba desembocando en la Ruta de los 7 Lagos. De nuevo el viento y una ruta muy arenosa nos lo pusieron difícil para llegar a San Martín.

Río Limay / Pintuas indígenas en una cueva (La "Casa de Piedra")

La presumida ciudad andina nos recibió tan fría como en la otra ocasión en que la visitamos, así que hicimos unas compras y la abandonamos tan rápido como pudimos. De allí salimos en dirección al Parque Nacional Lanin y el paso Carirriñe. Más viento. Más arena. Pasamos una noche a orillas del lago Lolog y poco a poco nos fuimos internando más y más en el espeso bosque que ya no abandonaríamos más.

Lago Lolog

El camino argentino fue muy pintoresco, lo recorrimos con gusto a pesar de algunas subidas muy duras, y la naturaleza nos obsequió con todo: piñones de araucarias (de esos gigantes), moras y hasta arándanos!! El puesto aduanero también muy curioso: estaban allí en una casita los policías aduaneros, haciendo vida de campo, y nos atendieron en un mesilla que tenían instalada en la cocina al lado de los fogones (hay que decir que lo que estaban preparando, fuera lo que fuese, olía bien rico).

Parque Nacional Lanin (Lago, Araucarias, la ruta i el Volcán Lanin, por orden)

Llegamos a Chile con el mejor de los ánimos, pero todo fue pasar el límite fronterizo y cayeron en picado. Se acabó la belleza, y la ruta se dejó caer (pero al estilo puenting) montaña abajo. Además estaba en malísimo estado, así que cuando no hacíamos caída libre parecía que andábamos bajando escalones. Y así, a trompicones y con las manos agarrotadas de tanto frenar, llegamos al puesto de carabineros.

Normalmente, cuando uno se dirige a las autoridades chilenas lo hace con gusto, porque siempre encuentra a los agentes bien uniformados, siempre rectos, siempre amables. Decir hay que en Carirriñe reinaba la rectitud, pero parece que la amabilidad no pudo con la subida y quedó abajo. Así pues, encontramos a los agentes bien uniformados, y colgados en sus puestos como marionetas de movimientos programados: Pasaporte. Sello. Formulario. Revisión de equipaje. Nos hicieron tirar una cabeza de ajos (peligro de transmisión de no se que enfermedad de los vegetales) y unos piñones que Tomi había recogido con toda su ilusión, abriron la barrera y "apa siau" y que pase el siguiente.

Así pues, entramos con mal pie en Chile. Acampamos cerca de un río y al día siguiente nos levantamos abatidos y de mal humor. Bajar, subir, bajar y volver a subir... en fin, ruta chilena. Pasamos Liquiñe y compramos unas sopaipillas (tortas fritas) a unas vendedoras a pie del camino. Eso nos devolvió un poco el ánimo, y llegando el Coñaripe, mientras esperábamos a que los obreros arreglaran un puente que había cedido (los puentes en esta zona son todo un poema, pena que no pensamos en sacarle foto a ninguno), nos atraparon un trío de ciclistas chilenos, de Santiago, que andaban haciendo la misma ruta que nosotros!

No se si se distingu bien lo que es el "puente"

Desde Coñaripe tomamos la ruta de la Salud, que pasa por entre el volcán Villarrica y el Quetrupilán, y por la intensa actividad volcánica de la zona, tiene muchísimos complejos de aguas termales, evidentemente de pago, pero nosotros, por nuestro lado, encontramos un charco termal!! La ruta fue muy bonita, con unas subidas de campeonato. Entramos en el Parque Nacional Villarrica y fue como entrar en la selva: la ruta se convirtió en una especie de sendero surcado por enormes raíces, infinitos baches y barro, mucho barro, y en las laderas crecía de todo.

¡Charco termal!

Hicimos una caminata hasta un glaciar que hay al pie del Villarrica y desde las alturas pudimos ver este volvan humeante, el Quetrupilán y hasta el Lanín. Y desde allí, otra caída (esta vez no tan a lo bestia) nos dejó en la ruta a Pucón y Villarrica. Esta es una zona de veraneo y mucho pijo... Pucón no nos gustó y lo pasamos de largo, pero Villarrica tiene más encanto y hemos decidido para un poco a conocer el lugar, descansar, y sobretodo... pegarnos una ducha!

Volcán Villarrica y glaciar / Volcanes Quetrupilán y Lanin

Dentro de un par de días saldremos hacia Melipeuco, dónde tan cómodos no encotramos la otra vez. A ver si nos reencontramos con Benjamín, Luz María y el pequeño Foye. La verdad es que la expectativa de volver a un lugar conocido nos da ilusión a los dos.

Playa de Villarrica (Lago y Volcán)



Calles de Villarrica

9 de febrero de 2009

Un pasito más!

Nuestros planes de pasar unos apacibles días de descanso y contemplación en Esquel se vieron truncados cuando en la primera comida que íbamos a preparar el calentador dijo "chau". Por suerte el amable dueño del camping nos salvó las papas dejandonos usar su cocina, pero a partir de entonces empezaron tres tediosos días que perdimos destrás del susodicho calentador. Por lo visto el conducto por donde sube la nafta (gasolina) está tapado y a base de probar mil cosas e ir limpiandolo de a poquito, Tomi fue consiguiendo que resucitara (aunque todavía no podemos afirmar que haya vuelto completamente al mundo de los vivos).

Con todo solo podimos disfrutar del lugar el último día que pasamos allí, que aprovechamos para pasear y subir al Cerro de la Cruz. Dura la subida, pero obstuvimos unas lindas vistas del pueblo y las montañas multicolores que lo rodean, con sus valles dorados.



Vistas desde el Cerro La Cruz

Y así, llevando con nosotros el calentador zombie y unas buenas fotos de Esquel, partimos a la mañana siguiente rumbo a El Maitén. El camino fue recorriendo valles y cañadones, y hasta cruzamos algunos arroyos con agua que dibujaban verdes surcos de vida en el paisaje amarillo de la estepa. Seguimos así hasta que la ruta se empezó a enredar con el río Chubut, que nos llevó derechitos al pueblo de El Maitén. No pensábamos hacerlo todo en una sola jornada, pero empezamos con viento a favor, y esto fue un empujón que nos hizo llegar rapidísimo a pesar de algunos tramos de viento en contra y 20km de un ripio feísimo.


Yendo hacia El Maitén

Estamos, pues, instalados en el hermoso camping municipal, a orillas del río Chubut. Desgraciadamente ya ha empezado a llenarse con motivo de la fiesta provincial del ferrocarril, que va a tener lugar el proximo fin de semana en esta la localidad. Resulta que El Maitén es una de las estaciones por donde pasa el Viejo Expreso Patagónico o "La Trochita", que todavía funciona con máquina a vapor.

Río Chubut / El Maitén
Monumento al Ferrocarril, en El Maitén



Pero bueno, ya se sabe que no hay mal que por bien no venga, y entre tanta gente que ha llegado ya hemos hecho algunos nuevos amigos con quien compartir estos días, que vamos a dedicar a lavar ropa, seguir trabajando en el calentador, limpiar las bicicletas y sobretodo tomar un respiro antes de seguir ruta.
Asado en nuestra parrilla selfmade
Ahora vamos a pasar cerca de lugares en los que ya estuvimos cuando íbamos hacia el sur: Bariloche, Villa La Angostura, San Martín de los Andes... Todos lugares lindos pero donde parece que la gente ha enloquecido y se le ha ido la mano con los precios de los campings. Seguiremos por la pre-cordillera hasta la altura de San Martín de los Andes, donde pensamos cruzara Chile, y seguramente no volveremos a parar hasta entonces. A ver si las condiciones nos son propicias!

4 de febrero de 2009

La otra Patagonia

Despues de mucho tiempo avanzando por las interminables llanuras de la estepa patagonica hemos vuelto a las montañas, serian las ganas que teniamos de volver a esta zona mas entretenida para la bici que nos llevaron a hacer el recorrido hasta aca bastante rapido.

Al final terminamos saliendo de Sarmiento con camara de fotos nueva, no la pude arreglar, estuve muy cerca, creo que habia solucionado el problema pero al empezar armarla se me cortaron un par de cables muy fragiles, hizo una buen chispazo incluso, asi que bueno no quedo otra que sacudir el chanchito y conseguir otra, no los ibamos a privar de seguir viajando a traves de nuestras imagenes.

Primera foto de la camara

Desde Sarmiento empezamos una interminable subida por un largo cañadon desde donde teniamos muy lindas vistas del Lago Musters, al terminar la subida llegamos a una altiplanicie que se extendia hasta donde alcanzaba la vista, alli tomamos rumbo norte y terminamos acampando en un pueblito escondido en el cañadon del Rio Senguer llamado Facundo, son muy pintorescos estos cañadondes en medio de la estepa con sus sauces y sus altisimos alamos que ofrecen reparo del viento.


Lago Musters/Cerros de la estepa


Estancia Manantiales/Cañadon Rio Senguer


Pasada la noche madrugamos una vez mas para burlar al viento en nuestro camino al norte, pero igual que el dia anterior no hubo casi nada de viento, el pronostico se cumplia a rajatabla, a medida que ibamos avanzando las sierras que habian a este y oeste se iban acercando al camino hasta que decidimos hacer campamento en una estancia al lado del camino.

Al dia siguiente nos sorprendio la lluvia desde temprano, nos acompaño un par de horas hasta el pueblo de Gobernador Costa, en un momento nos habiamos planteado quedarnos ahi pero vi que el cielo estaba aclarando y teniendo en cuenta que no habia viento y que esa era una zona donde normalmente sopla fuerte decidimos seguir, y tuvimos mucha suerte por que paro de llover y de a poco empezo a despejarse, siguieron los chaparrones todo el dia pero los ibamos viendo siempre a la distancia, el camino cada vez mas cerca de las montañas nos regalo las primeras vistas despues de mucho tiempo de la precordillera con un poco de nieve, luego de otra larga tediosa subida llego una bajada igual por un cañadon hasta el pequeño poblado de Tecka, por un dato que me dieron pasamos 5 km el pueblo y acampamos en un caming abandonado a orillas del rio tecka, un muy lindo lugar debajo de sauces y de alamos.

Camping abandonado

La ultima etapa nos llevo a lo largo del bonito valle del rio Tecka, en un momento la ruta abandona el rio y empieza a subir unas cansadoras altiplanicies, el limite donde la estepa se transorma en cordillera, en los cerros ya cada vez se veian mas bosques, por suerte el viento en contra apenas era una brisa. Al cruzar esa altiplanicie llego una bajada espectacular de 10 km entre pinares hasta el fondo del valle y la ciudad de Esquel, vecina de la mas pequeña Trevelin que visitaramos en nuestro viaje hacia el sur.


Valle cerca de Esquel/Bajada a Esquel

Esquel es una muy bonita ciudad de 38.000 habiatantes en el fondo de un valle rodeada de altos cerros multicolores tapizados por pinares que supongo yo fueron traidos por lops colonos Galeses ya que en la Patagonia es autoctona la lenga. Algo que me sorprendio es que no hay semaforos en la ciudad, muy raro teniendo en cuenta lo agresivos que son los conductores en Argentina, y asi es nomas, si queres cruzas la calle tenes que pararte en el cruce de cebra y esperar a que no venga nadie y caminar bastante rapido o correr y no como deberia ser por sentido comun que hubieran señales de alto en cada esquina para dar paso a los peatones, pero bueno, una mas y van...
El multicolor de los cerros se debe a la riqueza de minerales de la zona, producto de esto aparece otro conflicto, hace tiempo han querido poner una mina de oro a cielo abierto en la zona, toda la comunidad se puso en contra por las graves consecuencias que tiene este tipo de explotacion en el medio ambiente y las personas, lograron posponerlo, pero la prohibicion se vence el proximo Julio y tanto la presidenta/e Kirchner como el gobernador Das Neves se estan frotando las manos junto a los empresarios de esta industria destructiva, que seguramente son amigos o conocidos de ellos, otro chanchullo bastante conoicido aca en el sur es la amliacion y pavimentacion de las rutas, sobre todo en la provincia de Santa Cruz, cuna de los actuales presidentes, el costo x kilometro de las obras es 25 veces mayor que el que tuvo San Luis para transformar en autopistas sus rutas de su provincia, pero bueno siempre alguien se guarda algun vuelto y todo queda en familia, en fin ojala que lo de la mina no prospere, una cosa es jugar con el dinero de la gente y otra cosa es su salud y la del medio ambiente, para seguir robando los huevos no maten a la gallina boludos.


Una de las montañas multicolores

Volviendo al viaje, ahora nos vamos a quedar unos dias a descansar aca, por suerte de ahora en mas si tenemos viento sera con intensidad normal gracias al reparo que nos dan las montañas, igualmente tengo que decir que hemos tenido muchisima suerte con el viento en nuestro paso por la Patagonia, fueron muchisimas mas veces las que lo hemos tenido a favor, otro era mi recuerdo de mi anterior viaje, capaz que estoy aprovechando la suerte de principiante de la Berta, ahora que dejamos el viento podemos aprovecharla de lleno para jugar algun numerito a la loteria, funcionara asi ?...