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21 de octubre de 2008

Lluvia, sol y lluvia de nuevo

Así ha sido nuestro corto recorrido desde Bariloche a El Bolsón, sintiendome un poco mal de la panza salimos el sabado de nuevo a la ruta, en el camino encontramos a otros 2 ciclistas, una pareja de Canadá, Jenny y Chris, en su primer día de ruta, ellos están haciendo un recorrido de un par de meses por la Patagonia. Charlamos un poco y seguimos viaje juntos los 4, el camino nos llevo a la par de los lagos Guillelmo y Mascardi, tan lindos como todos los que hemos visto desde que entramos a esta región, y en este último nosotros dos decidimos parar porque yo ya no podia mas de la panza y me faltaban fuerzas en las piernas, nuestros nuevos amigos siguieron viaje.


En ruta con Jenny y Chris, su blog: www.teamturkey.wordpress.com



Acampamos ahi al lado del lago en una zona libre y apenas armamos la carpa me tire adentro y no sali mas que para ir al "baño" una y mil veces, a la noche estaba con mucha fiebre y todo, la Berta se puso en el rol de enfermera y me ayudó mucho.

Lago Guillelmo

Al dia siguiente tambien nos quedamos ahi mismo ya que todavia me sentia mal, el tiempo tambien estaba rebelde lloviendo y saliendo el sol a cada rato, a la tarde aproveche para escuchar el maldito superclasico que perdio River que me termino de poner mal del todo.

Vista del lago Mascardi desde nuestra casita
El Lunes, todavia mal con lo de la panza decidi ponerle el pecho a las balas y seguir ruta de cualquier modo, la llovizna nuestra de la noche anterior habia sido nevada un par de cientos de metros mas arriba así que todos los cerros estaban blancos, fue duro pero de a poco fuimos avanzando, a pesar de que duarnte el dia volvio a llover y salir el sol como unas 5 veces, el viento nos ayudó bastante, tambien tuvimos bastantes bajadas, los paisajes muy bonitos, en el ultimo tramo ya sin lagos pero con unos hermosos y caudalosos rios y unas imponentes montañas que son verdaderos paredones, a veces, cuando estos dos se encuentran, forman maravillas como la Cascada de la Virgen, una cascada bellisima al lado de la ruta antes de llegar a El Bolson.

De camino a El Bolsón

Cascada de la Virgen
Así llegamos a esta pequeña ciudad, cuna de muchos artesanos y hippies al pie del cerro Piltriquitron que ahora nos muestra su fachada nevada. Estamos tomanso unos días de descanso en un camping para reponer fuerzas de cara a las proximas jornadas. Y nos hemos reencontrado con Jenny y Chris!
Monte Piltriquitron desde el camping / Centro de El Bolsón

De aquí en mas tendremos un poco menos de turismo masivo que en los ultimos tramos, de verdad que ansio un poco mas de tranquilidad ya que desde Junin de los Andes hasta acá es toda una franja que ha sido y esta siendo el lugar elegido para vivir de mucha gente de las ciudades grandes de Argentina, sobre todo de Buenos Aires que cansados de todo el agobio, inseguridad y caos de aquellos lugares vienen para aca, lo malo es que traen consigo todas sus malas costumbres, el apuro, la prepotencia, el nerviosismo, el poco aprecio por la vida propia y ajena que se refleja en la pesima manera de conducir, en todo este tramo hemos perdido ese contacto cercano con la gente que tuvimos en otros lugares, en San Martin de Los Andes por ejemplo donde estaban los campings cerrados intente buscar de alguna manera que alguien nos dejara poner la carpa en algun lado a modo de camping improvisado, en turismo, policia, un club inmenso, etc., todos nos dieron la espalda, o tenes plata para una habitacion o no hay lugar para vos, pues me alegro mucho de no habernos qudado ahi a perder el tiempo y ansio entrar a la verdadera patagonia de nuevo, donde hay mucha menos gente pero tanto mas real, mas autentica, hasta entonces.

16 de octubre de 2008

Haciendo el guiri

Ya estamos en la Argentina de nuevo! Desde la última vez que escribimos han pasado ya unos días, demasiados a nuestro parecer, pues nos habría gustado poder conectar antes, pero otra vez las circunstancias nos torcieron los planes.
Nos fuimos de Melipeuco con la alegría de contar con dos nuevos amigos a nuestro haber, nos despedimos de Benjamín y Luz María y arrancamos hacia la ruta interlagos. Desde entonces el bosque, los lagos, lagunas, ríos y arrollos se han vuelto nuestros compañeros habituales, pero aún así, con tanto desierto a nuestras espaldas, no podemos dejar de maravillarnos cada vez que vemos correr el agua cristalina del deshielo y los árboles que crecen imponentes, envolviendo el camino...
Una de nuestras compañeras de ruta /Ruta interlagos
Chile fue para nosotros la entrada a esta especie de paraíso verde-transparente, pero tampoco nos lo puso fácil. El lado chileno de los Andes es mucho más abrupto que el argentino, las montañas son escarpadísimas, a veces forman hasta paredes de roca de cientos de metros de altura, y bueno, los caminos van a la par. Aquí en Sudamérica, almenos en la parte que conozco hasta ahora, son muy habituales en la ruta los cartelitos que previenen de las subidas y bajadas; son un rombito amarillo con una pendiente dibujada en negro y un autito o un camión que sube o baja, así con líneas de velocidad y todo. Bueno, pues baste decir que en Chile aprendí a temer esos cositos...

Lago Caburgua
Con sus subidas y bajadas, el camino al lado de los lagos Colico y Caburgua fue muy hermoso, y nos dejó en Curarrehue, el último pueblo antes del paso Tromen a la Argentina. En el mapa brillaba una línea rojaque salía de allí, con lo que nos figuramos que almenos habría un pedazo de ruta pavimentada... Craso error! Nos esperaba el peor ripio que hemos conocido en el viaje por unos largos 40km, en los que tendríamos que superar casi 1000mts de desnivel! Pero eh, se hizo, y de nuevo entre pehuenes regresamos a la Argentina, justo al pie del volcan Lanín.
Lago Colico
Para esos días estaba pronosticado un fuerte temporal, y desde allí arriba el panorama no era muy alentador, sobre nuestras cabezas las nuves se íban poniendo cada vez más negras. Así pues, pensamos que lo mejor sería apresurar un poco nuestra llegada a San Martín de los Andes, donde nos estaría esperando un buen camping i el reparo de la ciudad. Ese mismo día pues, nos impusimos los 70km que nos separaban del primer pueblo que íbamos a encontrar, Junín de los Andes, y allí nos plantamos al atardecer. Conseguimos un camping baratito y nos clavamos unos buenos chorizos para cenar, el combustible que nos tendría que llevar el día siguiente a San Martín.
Y sí! llegamos a nuestro destino para el mediodía, cansadísimos de toda la ruta desde Melipeuco, ansiando una buena ducha caliente. El pueblo hermoso, con sus fachadas de madera destilando pijería y la vista del lago al final. Pero la temporada no empieza hasta diciembre, así que todos los camping estaban cerrados, y el area de acampe libre más cercana nos quedaba a 50km, ah, y acampar en cualquier otro lado estaba prohibido.
Ahí nos dimos cuenta de lo que implicaba entrar en una zona de turismo masivo, que a nadie le importa un rábano que te quedes colgado, con la bici en la mano y envuelto en prohibiciones. No nos quedaba otra que seguir adelante y aceptar que el descando todavía no iba a llegar. Esa noche la pasamos acampando de estrangis en un camping al lado de la ruta (el más roñoso que hemos pisado hasta las fecha) que también estaba cerrado, chanchullo que arreglamos por $10 con Pancho, un campesino dueño de las tierras donde estaba el camping, que estaba haciendo cuerda cuando llegamos.
Así fue nuestra entrada en la ruta de los 7 lagos, que une San Matín con Villa La Angostura serpenteando entre lagos y bosques. La rabia que llevábamos encima se desvaneció rápidamente, no podía ser de otra manera pues los paisajes que vimos ablandan a cualquiera, incluso con los domigueros pasandote a la velocidad de la luz con sus Chebrolet.
Camino de los 7 lagos
Pasamos un día en el lago Villarino, en la famosa área de acampe, disfrutando del lugar y tomando un poco de aire (helado, por cierto) para seguir adelante. La otra mitad de la ruta la hicimos en un hermoso día, el sol por fin estaba de vuelta, haciendo que las montañas reflejaran sus colores en el agua. Ese fue un largo día de pedaleo, que nos dejó solamente a 25km de Bariloche. Ayer llegamos a la ciudad tempranito.
Campamento en el Lago Villarino /Camino de los 7 lagos
San Carlos de Bariloche, a orillas del enorme lago Nahuel Huapi, tienemucho de ese carácter de San Martín, pero al ser una ciudad medio grande queda un poco diluido. Por suerte hemos encontrado un camping abierto, carito, pero lindo. Y aquí estamos, en la capital argentina del chocolate (lo que significa que cuesta una fortuna cada bombón), rodeados de guiris, tomando por fin un respiro después de esta dura etapa.

Centro Cívico de Bariloche