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8 de enero de 2009

Viento, Vol. 1

Linda Noche Vieja en Río Grande. La pasamos en esta acogedora ciudad, junto a nuestros anfitriones del Club Nautico, que hasta nos invitaron con su peceto al horno y papas con crema!! (sin palabras). Buena compañía y buena comida ¿que más se puede pedir para empezar el año??!!
A la mañana siguiente, tal como habíamos fijado, salimos rumbo a San Sebastián, a pesar del viento (es que uno al final ya no sabe qué dia va a ser el mejor). Fueron 80km con un obsesivo viento en contra; 9horas nos tomó llegar a la aduana, y llegamos destruidos. Hizimos campamento y caímos muertos. Para cuando despertamos de nuestro letargo estaba lloviendo, y después de la lluvia se levantó el viento, esta vez viento de verdad.


Saliendo de San Sebastián / Viento
Entre el viento soplando a 80-100km/h y todos los fuguinos saliendo de vacaciones de verano, ese día fue uno de los peores que hemos tenido en todo el viaje. Íbamos a menos de 8km/h, y las ráfagas nos mandaban de un lado al otro de la ruta, donde sorteábamos a los autos como podíamos (y ellos nos sorteaban a nosostros). Anduvimos 4h, avanzamos 26km y dijimos basta, yo lloraba de desesperación, y Tom no se aguantaba de la mala leche tenía. Encontramos un refugio y nos metimos sin pensarlo, por suerte cerca había un charquito de donde pudimos sacar agua. Yo pensaba que el refugio también iba a salir volando, pero no, aguantó como un campeón.

Por la mañana nos levantamos a las 5 para poder avanzar un poco antes de empezara el viento, y tomamos un atajo que Tomi tuvo la gran idea de seguir. Digo gran idea porque nos ahorró 20km, mucho tráfico y el ripio de la ruta principal, pues era una huella que por no tener uso estaba en muy buen estado. Y ese día no hubo viento, así que aprovechamos y llegamos hasta Bahía Azul, desde donde cruzamos en barcaza al continente (no sin antes tomar unos mates con una familia que también cruzaba y comer un pancho que nos compró una cliclista norteamericana iluminada que nos previno, mientras fumaba un cigarrillo, sobre una especie ataque bioquímico que se estaba llevando a cabo en argentina a través del agua). Y dejamos atrás Tierra del Fuego.

El día aiguiente tuvimos ocasión de probar un poco de viento cruzado (bueno, lo probé yo porque Tom ya lo conocía). No fueron muchos quilómetros, pero tardamos muchísmo. El viento nos sacaba de la ruta y hasta de la banquina si no frenábamos a tiempo, y los camiones y autocares nos hacían temblar como hojitas; yo vivía en el suelo (y después para levantar la bici...). Al final encontramos la manera de avanzar un poco más rápido, y una vez superado el tramo malo, el viento nos acompañó hasta Río Gallegos.


Viento

Las referencias que teníamos de Gallegos no eran muy buenas, pero nosotros llegamos con ilusión de poder descansar unos días después del tute que nos habíamos dado. Pues de cinco campings que hay en la ciudad, resulta que cuatro estaban cerrados, y el otro, era un lindo lugar pero con malísimo ambiente y encima caro. Con mucho pesar, porque estábamos cansadísimos, dejamos Río Gallegos prácticamente sin haber entrado.

A todo eso ya eran más de las 7 de la tarde y el viento se calmaba. Nos dijimos que no puede haber mal que por bien no venga, y aprovechamos para recorrer 26km que en circunstancias normales habrían sido mortales de viento en contra. Así llegamos a Güer Aike, un lindo parador a orillas del Río Gallegos donde había un camping y unos fogoncitos. En los fogones una familia hacía asado, y nos invitó a comer lo que les había sobrado, nosotros nos avalanzamos sobre la comida.


Río Gallegos

Mientras comíamos charlamos un poco (con la boca llena) con ellos, que nos preguntaron de dónde eramos, y cuando dije que era de Barcelona, su hija hizo una observación de logica aplastante que transcribo a continuación: "Mamá, mamá, entonces Barcelona ¡SI EXISTE!"
Que lejos me sentí de mi casa...
Llegamos al camping ya entrada la noche, con la panza llena y muertos de cansancio. El lugar era muy lindo, así que al día siguiente nos quedamos. Lavar ropa, reparar cosillas de las bicis (cada vez tienen más achaques, ¿les empezarán a pesar los kilometros?) y descansar. Aunque el día no nos alcanzó para recuperarnos, a la mañana siguiente prácticamente no había viento y decidimos salir, tampoco nos podíamos quedar mucho sin tener dónde reponer mantenencias.

Hasta el infinito, y más allá

Volvimos a tener otro día espectacular, el viento sopló del Sur-Oeste y nos ayudó muchísimo, tanto que recorrimos 180km hasta la entrada al Parque Nacional Monte León. Pensábamos parar allí pero cuando llegamos nos dimos cuenta de que no había nada (es decir, había más y más estepa y un camino de ripio que se adentraba en ella). Evidentemente no podíamos poner la carpa sin tener un mínimo resguardo así que nos dijimos que había que tomar el camino hacia la zona de acampe del parque.

El camino no tuvo desperdicio. Recorrimos algunos kilometros más de estepa y de repente la ruta se dejó caer por un cañadón y nos dejó de golpe frente al Monte León y el océano. Con más de 200km a nuestras espaldas llegamos al atardecer al camping, que estaba al lado de la playa, y allí nos quedamos atrapados, solos ante la inmensidad, viendo la puesta de sol.

Parque Nacional Monte León
Lo que pensábamos que iba a ser un descampadillo con una letrina resultó ser un hermoso camping, con baños, sala de estar y hasta cocina, todo regentado por una família que había arrancado con todo tres días antes. Nos acogieron re-bien.

Nos habría gustado poder quedarnos un par de días en el lugar, que era mágico, y además quizás por lo nuevo que es (tiene solo 4 años), no estaba saturado de gente. Peeero nuestro presupuesto nos obligó a arrancar de nuevo al día siguiente. Al mediodía, con la marea baja, pudimos pasear por la playa, bajo los acantilados, hasta llegar a lo que antes era una gruta creada por la erosión y que hace poco se derrumbó. Pasamos por el lado de la Isla Monte León, nido de miles de aves, pudimos ver la lobería, donde reposaban los lobos marinos y nos pegamos la caminata hasta la pingüinera, donde cada año van a reproducirse unas 70 000 parejas de pingüinos magallánicos, que caminaban junto a sus polluelos por nuestro lado. Es muy esperanzador poder ver estos animales todavía en su habitat natural (egoístamente uno espera que el parque permanezca sin descubrir para que no se eche a perder toda esta riqueza). Y ya no pudimos retrasar más la subida por el cañadón, que nos dejó de nuevo en la estepa. Dos o tres horas más tarde estabamos en Piedra Buena.




Parque Nacional Monte León

Pensábamos que el pueblo iba a ser uno más, pero que va, está a orillas del Río Santa Cruz, que trae las aguas del Perito Moreno y es como un pequeño oasis en medio del desierto. Arboledas por doquier, todo verde, y el pueblo muy pintoresco y cuidadísimo. Nos hemos alojado en un camping en la isla Pavón, un pedacito de tierra en medio del río. Y que sorpresa cuando al día siguiente de llegar nos encontramos que en la parcela de al lado se habían instala do Mario y Norma!! Ya era la tercera vez que nos encontrábamos! Pasamos lindos ratos charlando con ellos, además de que nos han mimado cantidad (y nosotros nos hemos dejado mimar, jejej). Ayer cenamos juntos y ya han partido esta mañana para Río Negro, de vuelta a casa.

Cmte. L. Piedra Buena

Los murales cuentan con imágenes la historia del lugar

Hemos tenido unos días de verdadero verano, calor, calor y calor, y nosotros, viniendo del frío de tierra del fuego, estamos asfixiados. A ver si vuelve a hacer un poco de fresco. Mañana seguramente ya arrancamos para Pto. San Julián, a ver como nos trata el viento, lo sabrán en la próxima entrega!!

Día de camping con Mario y Norma

29 de diciembre de 2008

Deja Vu

De vuelta en Rio Grande, aca estamos luego de pasar la navidad en Ushuaia, la festejamos en el camping tranquilos, un pollito a la parrilla, coca cola, pan dulce, bueno no falto de nada, pareciamos normales y todo, jaja.
Salimos de Ushuaia el 25, otra vez a volver por el mismo camino que llegamos, solo hicimos un corto tramo ese dia hasta un rio antes del paso Garibaldi, habia bastante gente acampando y haciendo asado, se acostumbra mucho por aca, lamentablemente se cuida poco estos lugares y cuando se van dejan basura y los fuegos mal apagados.


Campamento en el río Tristen

Luego toco de vuelta hacer el tramo a la par del larguisimo Lago Fagnano y ahi si nos desviamos de la ruta principal por donde habiamos ido y nos fuimos por un camino de ripio que si bien era mas largo iba por una zona de bosques y ondulaciones en vez de la llana y desprotegida del viento ruta 3 que va a la par de la costa atlantica.

Ruta de las estancias

El camino muy bonito, estos bosques tienen un encanto muy particular, como yo lo habia pensado no tuvimos casi nada de viento aun yendo hacia el oeste, asi llegamos un lugar muy raro, el Lago Yehuin, hermoso espejo de agua justo en una zona en donde la estepa da paso a los Andes, en sus orillas estan las ruinas de lo que alguna vez fue una hermosa hosteria del gobierno de 30 habitaciones, un dia se acabo la concesion de esta y luego del abandono vino el saqueo y tambien el vandalismo, todo lo que se pudieron llevar y romper lo hicieron, hasta los marcos de las puertas, chapas de los techos, vidrios rotos por todo el suelo y mucha mucha basura de quienes utilizaron este lugar desde entonces para venir a acampar o a pasar el dia, no solo basura desparramada, sino hasta algunos descerebrados que se toman la molestia de poner la basura en bolsas bien cerradas y todo, el problema es que las dejan ahi como si alguien las fuera a recojer, bueno en fin, cuando llegamos ahi era temprano aun pero decidimos quedarnos por que el tiempo se puso bastante feo, hubieron un par de tormentas bien fuertes, una con granizo y todo, asi que acampamos primero en una bonita habitacion con vista al lago, pero cuando empezo a llover y aparecieron un monton de goteras nos mudamos a lo que fue la cocina donde no pudieron sacar las chapas del techo, a la tarde se puso lindo el dia y aparecio una gran familia a pasar un rato y nos convidaron un poco de asado y antes de irse nos dejaron un monton de carene que habia sobrado, coca cola y todo, asi que de lujo nuestra estadia en el hotel, jajja.


Lago Yehuin
Al dia siguiente salimos temprano en lo que suponiamos iba a ser un dia de viento de lado pero por suerte algo raro paso y el viento soplaba bastante del sur, asi que nos ayudo mucho cuando el camino viro definitivamente al norte en su camino a Rio Grande, era domingo y el desfile de autos de familias que iban a acampar y hacer asado en estos magicos bosques de la estepa, muchisimos, a la par del camino hay cantidad de carteles que dicen prohibido acampar, hacer fuego, etc, son de las propiedades de los estancieros, la gente igual no hace caso y se pasa del otro lado del alambrado y hacen lo que quieren, a mi me parece perfecto que se haga esto que es una costumbre muy sana de pasar el tiempo libre en familia, pero cuando uno ve la basura que junto con los fogones mal apagados algunos dejan, no todos, se entiende perfecto el resentimiento de los estancieros, da bronca todo esto por que la diferencia entre hacer las cosas bien y mal es muy poca, a ver si alguna vez se aprende.

Ruta de las estancias
Asi llegamos de nuevo a Río Grande y otra vez acampamos en el Club Nautico, al lado nuestro habia una pareja mayor en una casa rodante que estaban en el mismo camping que nosotros en Ushuaia, nos reconocieron y nos invitaron un buen pedazo de cordero asado, asi que de buena racha con los asados y con el habre de la pedaleada le dimos buen provecho, ahora seguramente nos quedaremos aca hasta pasar año nuevo y cargar las pilas para ponerle el pecho al viento en nuestro camino al norte, asi que muy feliz año nuevo para todos, familia, amigos, desconocidos ... hasta entonces.

22 de diciembre de 2008

Non plus ultra

Parece que el viento está pasando una temporada algo apático. Salimos de Río Grande con la emoción de recorrer a toda pastilla los últimos quilómetros que nos quedaban de viento a favor, pero amigo, nada de nada, de vuelta se había apagado el viento, y quedaba solamente una ligera brisa del Norte que... bueno, no es por despreciar, pero no es lo mismo.

Tuvimos todavía un buen tramo de desierto junto a la costa atlántica hasta que empezaron a aparecer los primeros arbolillos. Y siendo como es la Patagonia, lo que había empezado con cuatro troncos pelados y torcidos, de repente se convirtió en el vital bosque cordillerano (todo en una sola mañana de pedaleo).


Llegamos a Tolhuin al comienzo de la tarde. Desde allí tuvimos la primera vista del enorme Lago Fagnano que, hermoso como estaba el día, nos animó a seguir adelante; este tramo de la ruta 3 no tiene desperdicio. Y al final la primera jornada nos dejó a unos 60km de Ushuaia.


Lago Fagnano / Laguna Escondida

El segundo día lo empezamos con la subida del Paso Garibaldi, que bordea la Laguna Escondida, y tras unas cuantas subidas y bajadas más llegamos así, sin más, a Ushuaia. Las gentes del lugar gustan de llamarlo "El fin del mundo", pero eh, esto no es ni el final de nuestro viaje (¡ni mucho menos!).




Paramos en "La Anónima más austral del mundo" a comprar algunas golosinas y seguimos derechitos rumbo al Parque Nacional de Tierra del Fuego, pues había que llegar hasta el final de la ruta, y en la taquilla por fin pudimos poner en práctica un plan que veníamos tramando desde que empezamos el viaje... ¡¡Me hicimos pasar por argentina para pagar los dos precio de nacionales!! ($7 contra $35) Aiii que emoción -y que placer- hacer estas travesurillas!!

Isla Redonda (P. N. Tierra del Fuego)


Todo fue entrar al parque y el tiempo empezó a volverse loco, sol-nuves-sol-lluvia-viento-sol y finalmente... se consolidó la lluvia, que nos acompañó hasta Bahía Lapataia, el definitivo non plus ultra de la ruta.


Bahía Lapataia (P. N. Tierra del Fuego)


Acampamos en el parque y nos guardamos rápidamente en la carpa huyendo de la lluvia y del frío, que cada vez era más intenso. La lluvia no cesó en toda la noche y al día siguiente, 21 de diciembre, recibimos al verano rodeados de montañas nevadas.

¡Habíamos conseguido llegar para el solsticio! Tanto que nos ha jorobado el sol con su insistente presencia estas últimas semanas, había que llegar hasta el final con este asunto. Y de hecho, visto con buenos ojos es impresionante, el atardecer no se da hasta paroximadamente las 22:30, y la oscuridad no consigue hacerse con todo el cielo en ningún momento de la noche; siempre hay una franja rojiza, en la que persiste la luz del sol.


Pasamos el primer día del verano en el parque y hoy ya hemos vuelto a Ushuaia. La ciudad nos encanta, turística pero verdadera, y los alrededores espectaculares se mire por donde se mire; de un lado las imponentes montañas de los Andes y del otro, el mar y la isla de Navarino, donde continúa la cordillera. Queremos pasar aquí la Noche Buena.

Ushuaia

18 de diciembre de 2008

Lo que el viento se llevo ...

Fue a nosotros de Punta Arenas, después de unos buenos dias de descanso en el Hostal Independencia, el uénico lugar para acampar en la ciudad con toda la buena onda de Eduardo y Pamela, y de todos los viajeros que van por ahi que son muchos, también aprovechamos para poner a punto las bicis que van sufriendo el trajin del viaje, asé llegó la hora de cruzar el estrecho de Magallanes en la barcaza, ahí nos encontramos con otros 2 ciclistas, un Aleman y un Italiano que habían estado haciendo un viaje por los Andes en la Patagonia y también iban a Ushuaia, despues de 2 horas y media en las que se me revolvieron todas las tripas por que habia muchas olas por el viento, llegamos a la Isla Grande de Tierra del Fuego, yo un poco palido, jaja, pero apenas pisé tierra fierme me compuse, juntos los 4 ciclistas unimos fuerzas y empezamos a pedalear juntos, al cabo de un rato nosotros dos los dejamos ir porque ellos eran un poco mas rápidos.



El paisaje es muy pintoresco los primeros 50 km por la orilla de la Bahia Inútil, luego la interminable estepa, sin dejar de ser bonita, se hace un poco monotona para la bici, el viento nos empujaba con fuerza en la espalda ya que íbamos hacia el este, este mismo nos ponia en escena un particular espectaculo llevando y trayendo nubes de tormenta, asi que todo el rato teniamos lluvia y sol, lluvia y sol.



Bahía Inútil



Nosotros seguiamos contentos con el viento a favor, pero ya se acercaba la noche y no encontrabamos ningun lugar con reparo del viento en la desprotegida estepa para poner la carpa, asi que nos metimos en la Estancia Santa Inés para preguntar si nos dejaban poner la carpa en algun rinconcito, el señor que nos atendió fue muy directo y de pocas palabras, se puso una campera, nos pidio que lo siguieramos y nos llevo a una habitacion vacia con dos camas y nos dijo "no hace falta que armen la carpa, no hay ningun problema" y eso fue todo, nos dijo que si necesitabamos algo que lo buscaramos en su casa y no lo volvimos a ver, asi que despues de unos 3 meses y medio se rompio nuestro record de dormir en el suelo, bienvenido sea.



Al dia siguiente nos levantamos tempranito, queriamos despedirnos del señor pero parecia que estaba durmiendo asi que no quisimos despertarlo, empezamos a pedalear con el cielo gris tipico de estas latitudes, raramente se despeja del todo, el viento siguio ayudandonos hasta la frontera, en la gendarmeria Argentina mientras estabamos haciendo los tramites nos tocaron la espalda, eran los otros dos ciclistas, se dio la historia de la liebre y la tortuga, ellos habian llegado mas lejos que nosotros el dia anterior pero nosotros los madrugamos y los pasamos, asi que de ahi en mas seguimos pedaleando juntos todo el tramo pavimentado ya hasta la ciudad de Rio Grande, un recorrido mas bien aburrido en donde fuimos todos a la par de la velocidad del viento, el Oceano Atlantico nos acompaño hasta alla por primera vez en el viaje.



Rio Grande es una ciudad que fue uno de los centros de operaciones durante la guerra de Malvinas junto con Rio Gallegos tambien, hay monumentos por todos lados, basta con mirar el mapa para darse cuenta que la ocupacion de estas islas es un acto mas de la pirateria britanica, de cualquier modo el fin, totalmente legitimo, no justifica los medios, en esta, la guerra de "los borrachos" Gualtieri y Margareth Tatcher, murieron muchos inocentes, habia mucha desigualdad entre los dos ejercitos, los soldados Argentinos no solo tuvieron que enfrentarse a los ingleses con todo su armamento sino que su mayor enemigo fue el abandono de sus propios lideres, muchos murieron de hambre y frio mas que por balas, otro crimen impune mas que se cometio durante la dictadura militar en Argentina.



Pero de vuelta a al viaje, los cuatro nos fuimos al camping del Club Nautico donde estuve tambien en mi otro viaje, es un muy lindo lugar en la desembocadura del Rio Grande al mar, tenemos todo el salon del club para poder cocinar, comer, ver la tele un muy buen lugar para cuando el clima no acompaña, viene mucha gente por aca pero ahora no quedo nadie, quizas por la proximidad de las fiestas, nuestros amigos ya partieron hoy temprano tienen menos tiempo para sus viajes, nosotros a tomar un dia de descanso antes de hacer el tiron hasta Ushuaia, aun nos queda un poco mas de viento a favor asi que a aprovecharlo por que cuando tengamos que pegar la vuelta para poner rumbo norte lo tendremos bastante en contra, pero bueno asi es esto, ta la proxima... desde el fin del mundo.



De celebración con Tim y Marco (en su mano reposa el budín)