30 de marzo de 2009

En las puertas del desierto

Desde Valparaiso ya se empezaba a notar el cambio en el paisaje, pero ahora ya si podemos decir que estamos propiamente en el desierto desierto, este, el desierto de Atacama es famoso por que es la region mas seca del planeta, ahora estamos en uno de sus oasis en la ciudad de Copiapo que esta en el valle del mismo nombre, cuyo rio alimentado por el deshielo de la cordillera esta por estas fechas seco.

Desde Ovalle comenzo el rompecabezas que tuve con mi bicicleta, se me rompio la caja del centro, todo el sistema del eje de los pedales, la sorpresa al desarmarlo, cuando ya habia comprado el repuesto y todo fue ver que la rosca de mi bici era al revez de los normales, no hubo manera de encontrar solucion en ovalle, asi que le puse el roto de nuevo y a pedalear rumbo a la ciudad de La Serena un poco mas grande a ver si alla habia suerte, en un principio teniamos pensado llegar alla por unos caminos secundarios por unos valles pero con mi bici como estaba tuvimos que tomar la ruta mas corta por el medio del desierto, asi llegamos sin mayores problemas hasta esta ciudad costera que recibe mucho turismo en verano, no consegui el repuesto que buscaba si encontre ese tipo de rosca para ponerle el viejo sistema de ejes y cubetas por separado, es lo que hay, y bueno de ahi a seguir viaje al norte.


En los últimos tramos costeros la bruma no nos abandona

Una vez mas nos subimos a la ruta 5, dejamos la bruma de la costa y empezamos la dura ruta por el desierto, cuando yo miraba el recorrido en el mapa nunca me hubiera imaginado que esta zona pudiera ser tan montañosa, muchisimas subidas y bajadas, bajo un sol abrazador en las horas de la tarde, el viento por suerte nos ha ayudado un poquito, incluso a veces no esta mal tenerlo en contra porque hace bajar bastante la temperatura, en esta zona hay mucha mineria y la ruta asi mismo de sus camiones, los camioneros siempre muy buena onda saludando y hasta ofreciendo llevarnos algun tramo pero hasta ahora no hemos caido en la tentacion.


Entre subida y subida le vamos dando algun mordisco a la chancaca, que es una mezcla natural de azúcar y mieles hecha un bloque duro. En teoría se come diluída en agua, pero Jaime (con quien estuvimos en El Chaltén) nos enseñó a comerla así y es verdaderamente una inyección de energía, casi azúcar en vena.

A pesar de las dificultades del desierto otras cosas se simplifican, por ejemplo acampar, ya no hay mas alambrados por ningun lado, tenes todo el desierto para vos, hasta hemos tenido suerte de encontrar buenos lugares, un complejo minero abandonado una vez, otra unos lindos arboles en un lecho seco de un rio, agua hemos tenido suficiente ya que aparte de los pueblos hay varios restaurantes de ruta donde uno puede ir a pedir un poco, y bueno la inmensidad y belleza de los paisajes, montañas enormes de arena, con bonitos colores y formas, y por la noche el cielo super limpio salpicado por las estrellas.


Nuestro departamentito en un complejo minero abandonado y campamento en el desierto

Pasando la ciudad de Vallenar la ruta se volvio bastante mas llana, aparecieron las largas rectas que parecen derretirse en el horizonte, en esta zona de llanura cada varios años sule llover torrencialmente y luego de esto se produce el fenomeno del desierto florido, todo el desierto se tiñe con los colores de estas flores, lamentablemente no hemos tenido suerte de apreciar este fenomeno y hemos llegado a Copiapo con los paisajes mas comunes, los del desierto mas arido del mundo.

Sol, calor y la ruta

La ciudad es bonita, tiene en su arquitectura sus detalles coloniales que de aqui en mas ya seran mas habituales, por aca no hay camping asi que nos fuimos a un residencial barato para descansar unos dias y reponer fuerzas, asi que contentos con ducha caliente, la habitacion para nosotros con tele y todo por menos plata de lo que nos hubiera costado el camping en San Martin de los Andes , lo necesitamos bastante, no por el tramo hecho sino por el que se viene, desde aqui vamos a cruzar de nuevo Argentina, y por estas latitudes cruzar la cordillera ya no es un tramite sencillo como lo era en la Patagonia, el paso de San Francisco se eleva a mas de 4700 metros de altura, aca estamos a apenas 400, pero la mayor complicacion es que es un paso bastante largo, unos 270km al paso y otros 220 km al proximo pueblo en Argentina, solo las aduanas y algun complejo minero en medio que son fundamentales para conseguir agua ya que del lado chileno es muy escasa, asi y todo saldremos de aqui cargados para dos dias, eso son 9 litros cada uno mas unos 7 dias de comida, eso son bastantes kilos, jaja, pero bueno tampoco es para asustarse ni mucho menos, se dice que hay fuertes vientos del oeste que nos ayudarian un poco, y en caso de complicaciones siempre esta la posibilidad de subirse a algun camion ya que este paso por su buen clima casi todo el año esta abierto permanentemente salvo exepciones y es la opcion de muchos camioneros sobre todo cuando se cierran los pasos mas al sur por las nevadas, asi que con todas las ganas de cara a la aventura, hasta la proxima, quizas en una semana desde el magico noroeste Argentino

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La última subida antes de llegar a Copiapó, y por delante, montañas y montañas

22 de marzo de 2009

2000 leguas de viaje... ¡en bicicleta!

¡Si señor! ¡Ole por nosotros! Desgraciadamete parece que nuestras bicicletas ya no quieren trabajar más y nos estan dando mucha guerra, arreglamos una cosa y se nos rompen dos... en fin, debe de ser la crisis de los 10 000. Peeero, para todos aquellos que alguna vez habéis dicho (o pensado) que estábamos locos, tenemos una buena noticia: podría haber sido peor. Sí, lo descubrimos hace un par de días en la ruta cuando, en plena subida, encontramos un señor sentado al lado de un carro con su perro. Resulta que el tipo, a sus 54 años, había decidido mandarse a la ruta tirando de un carro de 180kg que era su casa, nos dijo que llevaba ya 7 meses de viaje... Nosotros alucinábamos. Tomi dice que acabará mandado el carro al carajo, yo pienso en él en cada subida que encontramos.

Delicias chilenas. A la izquierda, un PEPINO, que no es un "cogombre" sinó una fruta que, cuando está madura es dulcísima y sabe igual que el melón, ¡pero esta no hay ni que pelarla! A la derecha, el famoso MOTE CON HUESILLOS, una bebida que se vende en puestitos fijos y ambulantes por todas partes. Las bolitas chicas son granos de trigo, el mote; y la bola grande es el huesillo, melocotón pelado y secado, hervido posteriormente en agua y azúcar; la bebida en si es el jarabe resultante de hervir los huesillos, casi como almíbar. Fresquito está riquísimo!
Eric, ja ho saps, aquesta va per tu! Directe des de Xile cap a Xai Xai!
Desde que (muy a pesar mío) salimos de la mágica ciudad de Valparaíaso, dejando allí tantos misterios escodidos en calles y callejones... y la cama, y la ducha caliente, y el sofá, la tele, la cocina y todas las comodidades de las que por un breve lapso de tiempo pudimos volver a disfrutar (ahora todo parece un sueño), la ruta se ha hecho bastante dura.

Recuerdo de una rica cena en el balcón del hostal de Valparaíso (no se ve, pero la vista de la ciudad era delicionsa)/ Saliendo de Illapel, cargados como gitanos después de hacer unas compras
Todavía pudimos seguir disfrutando de la vista del mar por algunos kilómetros, aunque fuera otra vez con bruma. Pasamos por pequeñas villas undidas en las vegas y por grandes condominios de lujo en lo alto de los cerros, y después dejamos el océano a nuestras espaldas y nos adentramos en el desierto. Pero desierto con todas las letras, con sus cactus y toda su "nada", solo sol, calor y subidas iterminables, un paisaje estraño: si te agarra alegre, se hace entrañable, si te agarra en un mal día, te hunde del todo. Como una tabla rasa en la que solo se pede encontrar lo que uno mismo vuelca en ella.
Desierto, entre Illapel y Combarbalá


A lo último hemos llegado a una zona de embalses, donde algunos ríos tienen agua, y en sus orillas se extieden los campos de parras como grandes mantos cubriendo la tierra de verde. Y lo que es más importate para nosotros: hay sombra!! Ayer pasamos el día acampados en un río; un poco de trabajo en las bicis y un poco de relax con baño incluído... pero el cansancio todavía no remite. Hoy hemos hecho la ruta hasta Ovalle y en el camino hemos visto gente extediendo los racimos de uvas en los tejaos para que el sol las seque y hacerlas pasas. Esperamos encontrar un repuesto para la bici de Tom y descasar un poquito más antes de seguir viaje. De ahora en adelante: más desierto y más motaña. ¡Que no decaigan los ánimos!



Desierto, embalse y parras en la comuna de Monte Patria
Mientras Tomi trabaja duramente, yo dejo volar la imaginación en nuestro locus amoenus particular (¡como mola ser yo!)

15 de marzo de 2009

Un poco de Europa en Sudamerica

Asi es, estamos en una ciudad un poco rara, Valparaiso se parece mucho en su diseño a ciudades europeas como Barcelona por ejemplo, ubicada a orillas del mar y recostada en los cerros tiene calles muy empinadas y laberínticas, uno puede sortear esas subidas con los ascensores publicos de un siglo de antiguedad, en el casco historico de la ciudad se respira un ambiente muy bohemio hay murales, artistas, artesanos, etc. La ciudad es el primer puerto de Chile y hay muchas ferias y mercados en la calle donde venden de todo super barato, demasiadas tentaciones para nosotros que veniamos de varios dias de ruta, ya esuvimos recorriendo un poco ymañana nos queda otro tanto antes de seguir viaje.





Nuestro puzzle de Valparaíso
Desde Constitucion hasta aca tratamos de suguir siempre por la costa, a veces el camino se iba un poco hacia el interior, alternamos con los bosques de las empresas forestales y en tramos con paisajes mas bien aridos con espinillos y zonas de muchas dunas, de aca al norte ya empieza a haber mas y mas desierto, tambien hemos podido apreciar a la bruma del mar que es muy comun en el invierno aca a lo largo de la costa, se esta muy fresco con ella pero apenas te desvias un par de kilometros hacia el interior ya es implacable el sol radiante.


Bosques condenados, el océano y la bruma /Dunas


Asi despues de un millon de subidas y bajadas a lo largo de la costa llegamos a Valaparaiso, en esta ciudad como en muchas chilenas no hay camping, asi que nos toco ir a un hostal, por suerte encontramos uno barato asi que contentos de poder dormir en una cama despues de tanto tiempo aunque sea en una habitacion de 6, despues de varios dias la ducha caliente fue toda una gloria, a disfrutarlo mientras dure por que se vienen duras jornadas por el desierto del norte, a ver como nos va.



Humita (una especie de pasta de maíz que viene envuelta en sus hojas) / Monumento in memoriam de los viejos zapatos de Tomi, que por fin han alcanzado el reposo eterno en Valparaíso



Un atardecer

8 de marzo de 2009

Disfrutando la playa

Por más que estuvimos genial con nuestros anfitriones de Cobquecura, decidimos seguir viaje. Pasamos una linda última noche, charlando y comiendo papas fritas y chicharrones cocinados en una enorme marmita y fuego en el suelo. Al día siguiente en la casa todos iban a estar atareados, pues era el día en que se cobran las pensiones de jubilación y en el pueblo se hacía una enorme feria a la que asistían todos los campesinos de la zona para retirar su dinero y hacer las compras para el mes; y en ese día, como cada mes, nuestros anfitriones se dedicaban pasear por todo el pueblo con un carro vendiendo desayunos y almuerzos que preparan en casa. Así pues, nosotros los dejamos con sus tareas, nos despedimos y partimos siguiendo el mar.

Saliendo del pueblo (y antes de enfrentar la primera subida de día), paramos en lo que llaman la "Iglesia de piedra"; un enorme pedrusco en medio de la playa en el que se abrían varios pasos que daban acceso a una gran cavidad interior, una curiosa formación que ahora ya hemos visto que es muy común en esta zona.


Iglesia de Piedra

Tuvimos nuestra buena ración de sube-y-baja pero no nos podemos quejar, pues el camino estaba en buen estado y hasta tuvimos mucho más pavimento de lo que esperábamos! El paisaje fue muy lindo, con acantilados poblados de pinos que llegaban hasta el mar, y las olas rompiendo con fuerza contra las rocas.


Costa desde Constitución

Pasamos varios pueblos costeros, con sus mercados de marisco y pescado fresco, y después nos alejamos un poco de la playa. Tuvimos que recorrer kilómetros y kilómetros de plantaciones de pinos y eucaliptos que alimentan la industria de la celulosa, muy importante en esta zona, pero que para nosotros fue bastante aburrido.

Acampamos en la playa, cerquita ya de Constitución, y nos atrevimos por primera vez a mojarnos los pies en el mar... que frío! Y bueno, al día siguiente llegamos a la ciudad, donde por sorpresa nos enteramos de que había un camping y decidimos ir a echar un vistazo por si nos podíamos quedar. En realidad fue una suerte, porque el camino al camping, siguiendo la costa, fue hermoso, con enormes rocas que forman arcos y cuevas por la parte inferior, y en la superior anidan miles de aves marinas.





Playas de Constitución
Bueno, el camping resultó lindo, relativamente cerca de la ciudad y de precio accesible así que nos quedamos, y hay que decir que el dueño del camping no está mimando mucho... jeje. El centro de Constitución es chiquito, de calles estrechas y coloridas. Tuvimos una linda tarde de paseo y compras, y volvimos al camping bien cargados con un queso de campo (que está riquísimo), miel, chocolate y carne para un asadito!

Plaza de Armas (Constitución) / Camino costero (Constitución)

Y bueno, parece que mañana vamos a seguir viaje de nuevo. No sabíamos si ir otra vez hacia la cordillera o seguir por la costa, pero todavía estamos como niños con el mar y la playa y creo que todavía no los vamos a dejar. Próxima parada... Valparaíso! (si todo va bien)
Presentamos también nuestro potingue hiperenergético matutino (Composición: harina de trigo tostada, leche en polvo, azúcar y agua)

5 de marzo de 2009

Mar y montaña

Si bien el bonito camping de Curacautin llamaba a quedarse un par de dias decidimos seguir ruta al dia siguiente, decidimos seguir una ruta un poco menos complicada que los caminos de ripio suelto con cuestas de hasta el 20%, al menos por un rato, asi nos fuimos por una bonita ruta hasta el pueblo de Victoria en los valles centrales, aqui otra desicion, seguir por la autopista o por otra ruta secundaria, optamos por la segunda, pensamos que aunque era mas largo el recorrido el paisaje seria mas bonito, error, el paisaje no fue para nada bonito y tuvimos mucho pero mucho calor, al final del dia acampamos al lado de un arroyo medio estancado.
Por la mañana a seguir ruta, peor que el dia anterior, ya sin calor pero con un dia super gris, el camino bien aburrido y muy triste, cada pueblo que pasabamos parecia como sin vida, llegamos al mediodia a un pueblo y como estaban las cosas decidimos acampar al otro lado del rio donde habia mas gente acampando, pensabamos que era gratis pero resulto que no.


Con una fresca mañana seguimos viaje, por esta zona de cultivos, mucho tomate, choclo, de todo, y en una de esas al lado de la ruta encontramos un monton de uvas que se escapaban del campo de alguno, asi que nos llenamos las barrigas y una bolsa, eran muy chiquitas, sin la semilla casi no queda nada, pero bueno, a caballo regalado no se le miran los dientes. al mediodia ya llegamos de nuevo a la autopista, la unica que conozco que permiten andar en bicicletas, erroneamente a mi gusto ya que la amplia banquina pavimentada da mucha mas seguridad que los caminos de ripio donde los vehiculos van a la misma velocidad que en la autopista, solo hay que tener ojo en las entradas y salidas, lo que si se pierde bastante es el contacto con la naturaleza pero se anda facil, asi que la aprovechamos aunque sea por unas horas en nuestro viaje al norte, en una salida pudimos disfrutar de los increibles saltos del rio Laja, una caida de agua de unos 30 mertos de alto por unos 150 de ancho, muy bonito, acaparado por el turismo por estar en el camino de la autopista pero bueh. Al final del dia dejamos la autopista para meternos por un camino de ripio ya hacia el oeste en nuestro camino al mar, a los pocos kilometros encontramos un hermoso lugar al lado del ancho rio Itata, con mucha arboleda, llegamos con tanto calor y mugre de un par de dias que el chapuzon en el agua fue inevitable, igual no estaba tan fria.

Río Itata

Al lado de la ruta
Al dia siguiente seguimos por al lado del mismo rio, muy bonitos paisajes por esta zona rural, el camino a veces medio feo y otras con tramos de pavimento ya con bastantes subidas y bajadas por que estabamos cruzando la cordillera de la costa, otra vez mucho calor, terminamos acampando otra vez al lado del rio esta vez no en un lugar tan lindo sino en un agujero que habia en la vegetacion al lado del camino. Durante el dia vimos mucha industria forestal, aserraderos, fabricas de celulosa y caminones cargados de troncos gigantes, vale decir que las empresas vuelven a forestar la montaña, pero los caminos de ripio quedan destruidos y los desperdicios de las fabricas van a parar a las cuencas de los rios, una injusticia mas de la que somos testigos en nuestro viaje, la pila ya es alta como los mismos Andes.


Autopista / Salto del Laja

Con las ganas de ver el oceano Pacifico salimos pronto y nos tomo solo un par de horas llegar cerca de la desembocadura del rio y ver este gigante azul, el mas grande del mundo con sus fuertes olas, por aca se practica bastante el surf, de ahi seguimos por un camino muy bonito y cansador que va siguiendo la costa hacia el norte a traves de las montañas, muy pintoresco con la montaña que llega hasta el mismo mar. Al mediodia llegamos al pueblo de Cobquecura, muy bonito, limpio y tranquilo, en nuestra busqueda de un camping se nos acerco una mujer, Marisol, nos ofrecio ir a acampar a su casa, asi que bueno ahi estamos instalados desde ayer descansando un poquito, mañana ya vamos a seguir viaje al norte por la costa esperamos que por lugares tan bonitos como los que hemos visto hasta aca, ya veremos.
Río Itata / Primera vista del Pacífico

Cobquecura


Playa de Cobquecura (en un día calmado)

Nuestros vecinos chillones
Nota: Cuando hablamos pasta, $ significa pesos chilenos o argentinos, según el lugar por donde pasamos. Pregunta respondida!