16 de octubre de 2008

Haciendo el guiri

Ya estamos en la Argentina de nuevo! Desde la última vez que escribimos han pasado ya unos días, demasiados a nuestro parecer, pues nos habría gustado poder conectar antes, pero otra vez las circunstancias nos torcieron los planes.
Nos fuimos de Melipeuco con la alegría de contar con dos nuevos amigos a nuestro haber, nos despedimos de Benjamín y Luz María y arrancamos hacia la ruta interlagos. Desde entonces el bosque, los lagos, lagunas, ríos y arrollos se han vuelto nuestros compañeros habituales, pero aún así, con tanto desierto a nuestras espaldas, no podemos dejar de maravillarnos cada vez que vemos correr el agua cristalina del deshielo y los árboles que crecen imponentes, envolviendo el camino...
Una de nuestras compañeras de ruta /Ruta interlagos
Chile fue para nosotros la entrada a esta especie de paraíso verde-transparente, pero tampoco nos lo puso fácil. El lado chileno de los Andes es mucho más abrupto que el argentino, las montañas son escarpadísimas, a veces forman hasta paredes de roca de cientos de metros de altura, y bueno, los caminos van a la par. Aquí en Sudamérica, almenos en la parte que conozco hasta ahora, son muy habituales en la ruta los cartelitos que previenen de las subidas y bajadas; son un rombito amarillo con una pendiente dibujada en negro y un autito o un camión que sube o baja, así con líneas de velocidad y todo. Bueno, pues baste decir que en Chile aprendí a temer esos cositos...

Lago Caburgua
Con sus subidas y bajadas, el camino al lado de los lagos Colico y Caburgua fue muy hermoso, y nos dejó en Curarrehue, el último pueblo antes del paso Tromen a la Argentina. En el mapa brillaba una línea rojaque salía de allí, con lo que nos figuramos que almenos habría un pedazo de ruta pavimentada... Craso error! Nos esperaba el peor ripio que hemos conocido en el viaje por unos largos 40km, en los que tendríamos que superar casi 1000mts de desnivel! Pero eh, se hizo, y de nuevo entre pehuenes regresamos a la Argentina, justo al pie del volcan Lanín.
Lago Colico
Para esos días estaba pronosticado un fuerte temporal, y desde allí arriba el panorama no era muy alentador, sobre nuestras cabezas las nuves se íban poniendo cada vez más negras. Así pues, pensamos que lo mejor sería apresurar un poco nuestra llegada a San Martín de los Andes, donde nos estaría esperando un buen camping i el reparo de la ciudad. Ese mismo día pues, nos impusimos los 70km que nos separaban del primer pueblo que íbamos a encontrar, Junín de los Andes, y allí nos plantamos al atardecer. Conseguimos un camping baratito y nos clavamos unos buenos chorizos para cenar, el combustible que nos tendría que llevar el día siguiente a San Martín.
Y sí! llegamos a nuestro destino para el mediodía, cansadísimos de toda la ruta desde Melipeuco, ansiando una buena ducha caliente. El pueblo hermoso, con sus fachadas de madera destilando pijería y la vista del lago al final. Pero la temporada no empieza hasta diciembre, así que todos los camping estaban cerrados, y el area de acampe libre más cercana nos quedaba a 50km, ah, y acampar en cualquier otro lado estaba prohibido.
Ahí nos dimos cuenta de lo que implicaba entrar en una zona de turismo masivo, que a nadie le importa un rábano que te quedes colgado, con la bici en la mano y envuelto en prohibiciones. No nos quedaba otra que seguir adelante y aceptar que el descando todavía no iba a llegar. Esa noche la pasamos acampando de estrangis en un camping al lado de la ruta (el más roñoso que hemos pisado hasta las fecha) que también estaba cerrado, chanchullo que arreglamos por $10 con Pancho, un campesino dueño de las tierras donde estaba el camping, que estaba haciendo cuerda cuando llegamos.
Así fue nuestra entrada en la ruta de los 7 lagos, que une San Matín con Villa La Angostura serpenteando entre lagos y bosques. La rabia que llevábamos encima se desvaneció rápidamente, no podía ser de otra manera pues los paisajes que vimos ablandan a cualquiera, incluso con los domigueros pasandote a la velocidad de la luz con sus Chebrolet.
Camino de los 7 lagos
Pasamos un día en el lago Villarino, en la famosa área de acampe, disfrutando del lugar y tomando un poco de aire (helado, por cierto) para seguir adelante. La otra mitad de la ruta la hicimos en un hermoso día, el sol por fin estaba de vuelta, haciendo que las montañas reflejaran sus colores en el agua. Ese fue un largo día de pedaleo, que nos dejó solamente a 25km de Bariloche. Ayer llegamos a la ciudad tempranito.
Campamento en el Lago Villarino /Camino de los 7 lagos
San Carlos de Bariloche, a orillas del enorme lago Nahuel Huapi, tienemucho de ese carácter de San Martín, pero al ser una ciudad medio grande queda un poco diluido. Por suerte hemos encontrado un camping abierto, carito, pero lindo. Y aquí estamos, en la capital argentina del chocolate (lo que significa que cuesta una fortuna cada bombón), rodeados de guiris, tomando por fin un respiro después de esta dura etapa.

Centro Cívico de Bariloche

3 comentarios:

Anónimo dijo...

La millor foto: L'ARANYA, quins companys que feu.

La civilització sempre té molt d'inhumana però va bé passar-hi de tant en tant.

Quines vistes, suposo que l'esforç us ha valgut la pena !!!!!

Petons.
Mum

Moody dijo...

Guapos! Quines fotos més maques! Quins paissatges!
Merci pels relats!!!
Seguiu així! Vagi molt bé! Petonssss!

EFG dijo...

Vaya pedazo viatje us esteu currant... Quins paisatges. Impressionant, em teniu meravellat amb el relat de l'aventura. Molts abraços i forces, guapos !!

Eric.