9 de diciembre de 2008

1 000 leguas de viaje... ¡en bicicleta!

Conseguimos dejar definitivamente El Calafate y con los bolsillos limados y un regusto agridulce en la boca pusimos rumbo a Chile y Torres del Paine, llevando las bicis bien cargadas de comida (si bien El Calafate era caro, intuíamos que T. del Paine iba a ser peor). Así nos adentramos, esta vez sí, en el desierto, que no es desierto por falta de agua, pues hay rios, hay lagos, sino que lo es porque el viento se lo lleva todo -solo quedan las duras matitas de la estepa aferradas al suelo.

Dejando el Lago Argentino atrás, emprendimos una subida con la que pagamos la última vista del Fitz Roy y los lindos cerros nevados que nos habían recibido en la Argentina tras nuestro periplo en la Carretera -camino- Austral. El primer día fue provechoso, avanzamos bastante y quedamos a medio camino de la frontera con Chile; el viento fue clemente. Pasamos la noche al lado de un puesto de la policia que lindaba con un arroyo al que dimos buen uso, y allí conocimos a "El Australiano", ciclista que seguía el mismo camino que nosotros hacia Torres del Paine.


desierto + calor + subida = ... (pero la vista lo merecía) / El arroyito

Dormimos satisfechos de nuestra primera jornada, y nos levantamos bien pronto para emprender la siguiente junto a nuestro nuevo compañero de ruta. Pero parece que con nosotros también se levantó el viento, que fue tomando carrerilla durante la mañana para mandarse con fuerza a partir del mediodía. Y ahí viene la razon por la que "El Australiano" tiene por nombre un gentilicio y no algo mas personal; resulta que a mitad de camino se retrasó un momento para tener un minuto de intimidad y desde ahí ya no lo hemos visto más. No sabemos si hizo dedo (autostop) o se quedó en algun hotel de carretera, la cuestión es que desapareció antes de que hubieramos llegado a intimar y ahora ni Tom ni yo nos acordamos de su nombre, aunque los dos deseamos que le esté yendo bien en su viaje.

Ese fue un día largo y agotador, pero conseguimos acabar con el tramo de desierto que teníamos que atravesar y dormimos ya en un prado Cancha Carrera, al lado de la aduana Argentina. A la mañana siguiente soplaba una ligera brisa del Este! Nos levantamos medio incrédulos pero animadísimos, hicimos los trámites en la aduana y recorrimos 7 lindos kilómetros de bajada hasta Cerro Castillo. El recibimiento chileno fue espectacular. Era pronto y todavía no había empezado la abalancha de buses provenientes del parque, así que los chicos de la aduana salieron todos a charlar con nosotros y terminamos con dos cabezas de ajos menos (no pueden entrar vegetales argentinos a Chile) y con un par de manzanas, galletas, spaghetti, una lata de melocotón en almíbar, porotos (judías secas), una bolsa de cholgas (mejillones) y una invitación a asado de más -la transacción nos fue más que favorable!

Desde allí el camino al parque fue apacible, con ese extraordinario viento a favor y la vista de montones de guanacos pastando en las laderas, avestruces, flamencos, liebres y conejos. Nosotros les sacábamos fotos a los bichos y los turistas de los buses nos sacaban fotos a nosotros, son esas cosas que a uno le hacen sentir tan en comunión con la naturaleza. Paramos en Laguna Amarga para poder entrar bien pronto al parque al día siguiente, la vista de las Torres desde allí era espectacular.


Vista de Torres del Paine / Las Torres, Laguna Amarga y flamencos volando


Mejor que verse el careto en el espejo del baño, eh?

Bueno, el parque en sí definitivamente no tiene desperdicio, la Patagonia cada día me parece más maravillosa. En fin, pagamos rigurosamente los $15 000 de la entrada y de ahí en más, empezaba todo un complejo diseñado para sacarle la pasta al turista por todos lados, únicamente echamos en falta un duty free para terminar de redondearlo. Los camping de pago están estratégicamente situados entre los lugares accesibles con automóvil y el inicio de las diferentes caminatas, mientras que para llegar a las zonas de acampada libre uno tiene que cargar la mochila cuesta arriba, quedando en medio de uno de los recorridos y por ende muy lejos del resto. Nosotros teníamos la dificultad añadida de no poder tomar los senderos con las bicis y de contar con solamente una mochila; en definitiva, pasamos la primera noche en el camping Torres, por otro lado muy lindo, y usamos a fondo todos los servicios que ofrecía (ducha, llavadero y fuego con leña gratis), además estuvimos de buena onda con los trabajadores así que nos regalaron fruta y más de un kilo de papas!

El primer día, pues, pudimos dejar todo en el camping y subir descargados hasta la base de las Torres en un día fabuloso, la caminata un poco cansadora pero valió la pena. A la mañana siguiente empacamos y recorrimos los 50km de ruta para coches que pasa por dentro del parque. El camino, con sus correspondientes subidones y bajadones, nos llevó a través de unos silenciosos prados de montaña floridos de rosa y rojo, y nos regaló una hermosa vista de los Cuernos del Paine. Así llegamos a la Administración del parque donde, como un favor, nos dejaron guardar las bicis en un galpón que tienen, el trato que tuvieron con nosotros fue genial.

Ascenso a la base de las Torres / Base de las Torres del Paine


Que se vea que estuvimos!!


De ahí subimos hacia el Valle del Francés. El sendero nos llevó hasta el comienzo del valle, rodeado de enormes paredones de roca por un lado y con una hermosa vista del lago Pehoe por el otro. Nos encantó el lugar, pero a esa altura ya estábamos cansadísimos de caminar, de las colas en los senderos y de lo abarrotado que estaba el campamento donde parábamos, así pues, anulamos la caminata que queríamos hacer hasta el Glaciar Grey y decidimos poner rumbo a Puerto Natales.



Salto Grande y Los Cuernos del Paine / Valle del Francés


Valle del Francés


Vista desde el valle

El viento nos ayudó mucho en el camino, fueron 90km cansadores como toda ruta chilena que nos llevaron primero bordeando el lago Toro y después a través de los montes. Y al final del camino por fin estuvimos en una playa con verdadero olor a mar! Puerto Natales recuerda a uno de esos pueblos pueblos de frontera, es un lugar de paso enfocado básicamente hacia los escursionistas que van y vienen de Torres del Paine, todo para guiris, digámoslo así, pero igualmente el lugar nos enamoró, con el mar azul, los montes nevados en el horizonte y un montón de estraños patos y cisnes flotando a orillas de la playa. Pasamos allí un día, de paseo y comiendo todo lo que habíamos dejado de comer desde El Calafate, incluso pescado fresco que vendían baratísimo con un carrito en una esquina.


Lago Toro / Puerto Natales



Atardecer en Puerto Natales / Foto de guiri (que no falte)

Peeeero había que seguir, pues queríamos esperar a Punta Arenas para tomarnos un buen descanso y allí arreglar cosillas de las bicis que van rompiendose. Salimos ilusionados por tener por delante 250km de pavimento con viento a favor, pero ah, pasamos casi la mitad del trayecto por entre árboles peinados y torcidos por el viento sin que ese día se les moviera ni una sola hoja... Solamente se giró el viento más fuerte cuando entramos en la estepa. Hicimos un buen tirón el primer día, 183km durante los cuales llegamos a los 5000 de viaje!!

Nos cruzamos con un ciclista que venía en sentido contrario torturado por el viento que nos dijo que después de Villa Tehuelches, a 100km de Punta Arenas, no había absolutamente nada. Lo mismo nos había dicho otro ciclista que conocimos en el parque, pero nosotros hemos encontrado esta ruta ruta bien poblada de cosas interesantes.

La noche la pasamos en uno de los refugios que se encuentran al lado de esta ruta, por lo visto bastante jodidilla con el tiempo y el viento, de los cuales ya nos habían hablado. Eran cuatro paredes y un techo que nos ofrecieron un reparo genial contra el viento, pero que además tenían dentro unas maderas donde se podía echar una persona y el techo tenía un agujerito que permitía hacer fuego dentro, hasta había madera para encenderlo! Entrañables estos chilenos.

Y bueno, ayer nos levantamos ya con la idea de llegar pronto a Punta Arenas. En nuestro camino pudimos ver llamas pastando en los campos al lado de la carretera y hasta pasamos entre campos minados por la disputa territorial entre Argentina y Chile en esta zona de la Patagonia -hay una película chilena bien simpática (si se puede decir) sobre este conflicto en el que además se ve muy bien el paisaje en el que nos encontrábamos, se llama "Mi mejor enemigo".


Y aquí estamos, acampados en pleno barrio de lo que los argentinos denominan con un eufemismo "whiskerías" -en España los llamamos puticlubs-, en la hostería Independencia, donde Tom ya había estado en su anterior viaje. Tenemos por delante unos cuantos días de relax, reparaciones y mantenimiento de las bicis -les toca después de bancarse más de 5000km-, y después... A Tierra del Fuego! Sus colinas ya nos miran desde la otra orilla del Estrecho de Magallanes.



Punta Arenas

5 comentarios:

Anónimo dijo...

FELICIDADES POR LAS 1000LEGUAS!!! muy bien chicos ahora a no aflojar hasta Tierra del Fuego, se sacan la foto con el cartel del fin del mundo como la vez pasada Tomi. Saludos

pd: muy triste lo de tu equipito, último muy cómodo, la verdad que sos un desastre!!!

Anónimo dijo...

Hola chicos!...5000 km!!!se caen del mapa!No salgo de mi asombro...las fotos y los relatos tienen eso tan especial del caminante...alma.Disfruten y cuidense. Besos Patricia y Hector

L'ENCENALL dijo...

Collons, collons!! Cada nuevo apunte de vuestra aventura me deja más... no sé... quizás extasiado? acollonido? no sé... Lo que si puedo asegurar es que cada vez estoy más orgulloso de vosotros. Me iría "de conya" tener la mitad de ánimo que vosotros. En fin!! Tomi lo siento por tu equipo... Si te tranquiliza te diré que el Barça está ¡que se sale!!. Aúpa chicos!! Llu.

Anónimo dijo...

Aviat a la fi del món !!!!! ens esteu deixant a tots de pedra, 5.000Km i avançant, clar que sí, ànim i força. I, sobretot, seguiu explicant-nos el que fèu i ensenyant-nos el que veieu. Abraçades a tots dos.
Mum

Moody dijo...

Eii! Felicidades! A seguir así! Com sempre, amb el llistó ben alt, quines fotos, quins paissatges!
A gaudir! :P
Per aquí fa un fred :S:S:S!!
Vagi molt bé!!! Mols petons bicicletaires!